lunes, 29 de septiembre de 2008

Hace ya casi una semana que salí por ahí por primera vez. No, no fue "de servicio", no, sino de juerga. Bueno, de juerga... me llevaron a pasear por el barrio, y como aún soy pequeña (eso creen, por lo menos) era de día.

Yo no estaba acostumbrada a ir por ahí junto a Sergi y María, yo a lo que estaba acostumbrada era a ponerme mi capa y mi antifaz y salir a desfacer entuertos como el Capitán Trueno. Esto es como en las bodas, que los hijos que fuman tienen que guardar las apariencias y decirle a los padres: "No, papá, yo no fumo... bueno, vale, pero sólo uno, ¿eh?" ...y quince minutos más tarde ya se están encendiendo otro, y otro, y otro... (¿Por qué los hijos siempre escogen las bodas para anunciar su adicción al tabaco?).

Había que guardar las apariencias, y comportarme como una inocente acompañante cuando prueba su primer cigarrillo, estoooo, cuando va a pasear con sus compañeros de piso, por lo que no dije ni miau cuando fuimos a la Rambla Prim y me dieron una bolsa con una camiseta, un lápiz, un ticket y un mapa del barrio.

¿La búsqueda del tesoro? ¿Aquí? ¡¡Pero si ya vine yo para buscarlo por esta zona hace algunos meses y no encontré nada!! Pero claro, eso ellos no lo saben. En fin, habrá que seguir disimulando...

¿Tastatapas? ¿Y eso qué es? La camiseta blanca que me hicieron ponerme nada más darme la bolsa y recoger a los demás era bastante ridícula, pero claro, no digas nada porque mimimi... en fin...

Total, que la idea era ir paseando por el barrio, pararnos en unos cuantos bares y comer tapas y beber hasta reventar. Menuda gracia, yo que me mataba en el gatnasio para mantener mi figura, ahora teníamos aquel reto. Genial.

¡¡¡8 bares!!! Con sus correspondientes 8 tapas y sus 8 bebidas (Para Jordi, Laia y Sergi eran cañas. Para las demás, agua fresquita) y 4 horas comiendo. ¡Jo! Ahora entendía por qué aquella mañana no me habían puesto mis Friskis de dos sabores de por la mañana, ni ellos habían desayunado: ¡¡¡¡Para que nos cupiera todo aquello!!!

Bueno, la verdad es que estuvo bien, comimos bastante, nos divertíamos y reíamos mucho, y la compañía era muy muy buena. Ahora: Como lo repitan sin avisar irán ellos, porque yo no me puedo permitir estos atracones, que estoy a dieta y luego no puedo saltar ni volar porque me pesa la barriga.

¡¡¡Un miau para todos ellos!!!

domingo, 21 de septiembre de 2008

La buena vida

La verdad, desde que vine a Barcelona que vivo la mar de bien: duermo las horas que quiero, como lo que me apetece, tengo una grata compañía...

Pero además de la vida de perros (o de gatos) que llevo, tengo una doble identidad: cuando me quedo sola en casa y nadie me ve (¡¡esto no lo vayais diciendo por ahí no sea que mis "compañeros de piso" se enteren y me encierren en una jaula!!)...

¡¡Me convierto en la Gata Justiciera!!

Una especie de Superheroína, pero no sólo con humanos y personitas de dos patas, sino sobretodo me dedico al sector de los semovientes, es decir: los animales.

Es una larga historia. Tiene que ver con una vieja maldición ancestral o algo parecido, pero eso no tendrá demasiada importancia.

Lo que importa es que soy una gata, que sé escribir y que tengo una interesante vida que contar.

Y ésta es mi historia...